¿Te imaginas poder controlar y manipular fluidos a escala micrométrica, es decir, del tamaño de un cabello humano o menor? Esto es lo que hacen los dispositivos microfluídicos, unos sistemas que integran canales, válvulas, bombas, sensores y otros elementos en un solo chip, y que tienen múltiples aplicaciones en la industria, especialmente en los sectores de la biotecnología, la farmacia, la medicina y la química.

Los dispositivos microfluídicos ofrecen muchas ventajas respecto a los métodos convencionales, como el menor consumo de reactivos y muestras, la mayor rapidez y precisión de los análisis, la mayor seguridad y portabilidad, y la posibilidad de integrar varias operaciones en un solo chip. Además, al trabajar con volúmenes tan pequeños, se pueden observar y aprovechar fenómenos físicos que no ocurren a escalas mayores, como el flujo laminar, la difusión molecular, la mezcla por convección, o la formación de gotas y burbujas.

Estas características hacen que los dispositivos microfluídicos sean muy atractivos para las pequeñas y medianas empresas, que pueden mejorar la calidad y la eficiencia de sus procesos, reducir los costes y los residuos, y facilitar la innovación y la competitividad. Algunos ejemplos de cómo pueden aplicar este tipo de dispositivos a sus trabajos diarios son:

  • En el sector agroalimentario, los dispositivos microfluídicos pueden servir para realizar pruebas rápidas y sensibles de la calidad y la seguridad de los alimentos, detectar contaminantes, patógenos o alérgenos, o generar emulsiones controladas para mejorar las propiedades organolépticas de los productos. Esto le permite ahorrar tiempo, dinero y recursos, y evitar riesgos sanitarios y legales. Un ejemplo de este tipo de dispositivos es el FoodSense, un sistema portátil que puede detectar alérgenos como el gluten, el maní o la lactosa en menos de 10 minutos.
  • En el sector medioambiental, pueden ayudar a monitorizar y controlar la calidad del agua, el aire y el suelo, mediante la detección de sustancias tóxicas, metales pesados, pesticidas o microorganismos. De esta forma mejora su eficiencia, reduce su impacto ambiental y permite cumplir con la normativa vigente. Un claro ejemplo es el Microfluidic Environmental Sensing System, un sistema modular que puede analizar múltiples parámetros ambientales en tiempo real.
  • En el sector energético, pueden contribuir a optimizar la producción y el uso de combustibles, mediante la caracterización de fluidos complejos, la generación de microburbujas, la síntesis de biocombustibles o la conversión de energía solar.
  • El sector cosmético puede usar dispositivos microfluídicos para generar emulsiones controladas, que mejoran las propiedades organolépticas de sus productos, como la textura, el color, el aroma o la estabilidad, para ofrecer productos más atractivos, personalizados y de mayor calidad, como el Droplet Generator, un sistema que puede producir gotas monodispersas de diferentes tamaños y composiciones.

Pero los dispositivos microfluídicos no solo son útiles para la industria, sino también para el emprendimiento. Estos sistemas abren nuevas oportunidades de negocio y mercado, mediante la creación de productos y servicios innovadores, la reducción de barreras de entrada o la generación de valor añadido.

¿Te imaginas poder controlar y manipular fluidos a escala micrométrica, es decir, del tamaño de un cabello humano o menor? Esto es lo que hacen los dispositivos microfluídicos, unos sistemas que integran canales, válvulas, bombas, sensores y otros elementos en un solo chip, y que tienen múltiples aplicaciones en la industria, especialmente en los sectores de la biotecnología, la farmacia, la medicina y la química.

Los dispositivos microfluídicos ofrecen muchas ventajas respecto a los métodos convencionales, como el menor consumo de reactivos y muestras, la mayor rapidez y precisión de los análisis, la mayor seguridad y portabilidad, y la posibilidad de integrar varias operaciones en un solo chip. Además, al trabajar con volúmenes tan pequeños, se pueden observar y aprovechar fenómenos físicos que no ocurren a escalas mayores, como el flujo laminar, la difusión molecular, la mezcla por convección, o la formación de gotas y burbujas.

Estas características hacen que los dispositivos microfluídicos sean muy atractivos para las pequeñas y medianas empresas, que pueden mejorar la calidad y la eficiencia de sus procesos, reducir los costes y los residuos, y facilitar la innovación y la competitividad. Algunos ejemplos de cómo pueden aplicar este tipo de dispositivos a sus trabajos diarios son:

  • En el sector agroalimentario, los dispositivos microfluídicos pueden servir para realizar pruebas rápidas y sensibles de la calidad y la seguridad de los alimentos, detectar contaminantes, patógenos o alérgenos, o generar emulsiones controladas para mejorar las propiedades organolépticas de los productos. Esto le permite ahorrar tiempo, dinero y recursos, y evitar riesgos sanitarios y legales. Un ejemplo de este tipo de dispositivos es el FoodSense, un sistema portátil que puede detectar alérgenos como el gluten, el maní o la lactosa en menos de 10 minutos.
  • En el sector medioambiental, pueden ayudar a monitorizar y controlar la calidad del agua, el aire y el suelo, mediante la detección de sustancias tóxicas, metales pesados, pesticidas o microorganismos. De esta forma mejora su eficiencia, reduce su impacto ambiental y permite cumplir con la normativa vigente. Un claro ejemplo es el Microfluidic Environmental Sensing System, un sistema modular que puede analizar múltiples parámetros ambientales en tiempo real.
  • En el sector energético, pueden contribuir a optimizar la producción y el uso de combustibles, mediante la caracterización de fluidos complejos, la generación de microburbujas, la síntesis de biocombustibles o la conversión de energía solar.
  • El sector cosmético puede usar dispositivos microfluídicos para generar emulsiones controladas, que mejoran las propiedades organolépticas de sus productos, como la textura, el color, el aroma o la estabilidad, para ofrecer productos más atractivos, personalizados y de mayor calidad, como el Droplet Generator, un sistema que puede producir gotas monodispersas de diferentes tamaños y composiciones.

Pero los dispositivos microfluídicos no solo son útiles para la industria, sino también para el emprendimiento. Estos sistemas abren nuevas oportunidades de negocio y mercado, mediante la creación de productos y servicios innovadores, la reducción de barreras de entrada o la generación de valor añadido.